Este hotel siempre me ha gustado mucho, por su situación, comodidad, atención y servicios, de hecho he estado alojado en otras cuatro ocasiones anteriormente, pero en esta ocasión he quedado decepcionado por varias cosas que expongo a continuación:
El hotel debía estar al completo, lo que se notaba en la entrada a la habitación, no accedimos a ella hasta las 16:00 horas. La aventura de utilizar los ascensores, para lo que hay que armarse de paciencia, comedor saturado…
El parking está sobreexplotado. Han sacado plazas con tiralíneas, y para hacer maniobras y aparcar hay que tener mucho más que cuidado, para no terminar con el coche marcado.
Por último, un toque de atención a los precios de la bebida en las comidas. Me parece que cobrar 2,50€ por una botella de 0,5 litros es más que usura. Luego dicen que la gasolina es cara, pero 5€ por 1 litro…echad cuentas.
Lo bueno del hotel, la situación, que no es primera línea de playa pero está muy próximo al mar, y buen situado para salir a pasear. La comida es excelente, muy variada, y se repone con muchísima rapidez. El personal del hotel es muy amable y atento, y la limpieza en las habitaciones es muy muy buena.
En resumen, no sé si volveré al hotel, si lo hago será en temporada baja, para evitar la masificación.