Bavaria, con sus burgos rurales y sus ciudades en expansión, se mueve entre la tradición y la innovación. Bajo las elevadas cumbres alpinas se expanden prados exuberantes, bosques cautivadores, lagos solitarios, aldeas medievales amuralladas y más de un castillo. Disfruta junto a los lugareños de una jarra de cerveza en una de las típicas y ruidosas cervecerías, y déjate seducir por la Gemütlichkeit ("atmósfera acogedora") que se respira en la región.
Mundialmente conocida como la sede de la Oktoberfest, Múnich atrae a turistas durante todo el año, combinando el encanto de un pueblo con la sofisticación de una gran ciudad. Allá donde vayas encontrarás enormes cervecerías y camareras bávaras ataviadas con el tradicional dirndl, aunque esta ciudad cosmopolita también es un importante centro del arte y la industria de Alemania. Déjate caer por el Deutsches Museum para contemplar las excepcionales exposiciones sobre ciencia y tecnología que alberga, y descubre un rincón lleno de creaciones artísticas en el Kunstareal (Distrito del arte). Admira las vistas panorámicas que hay desde lo alto de la Frauenkirche, la principal catedral de la ciudad, que data del siglo XV. Toma un buen café en una de las cafeterías de moda que ocupan la Gärtnerplatz, una plaza llena de árboles y muy popular por su ambiente bohemio.
En las escarpadas laderas de las montañas bávaras, junto a la frontera con Austria, se alzan los exuberantes torreones del castillo de Neuschwanstein, una rareza arquitectónica que mandó erigir Luis II de Baviera. La peculiar estructura fue diseñada como tributo al compositor Richard Wagner. Los motivos de su obra aparecen en cada rincón: en los murales de la habitación se pueden observar personajes de Tristán e Isolda, y los frescos de las paredes del espléndido Sängersaal (Salón de los cantantes) representan escenas del Tannhäuser.
Una parte de la emblemática Ruta Romántica de Alemania, la histórica Würzburg, es famosa por sus excelentes vinos y sus majestuosos edificios. Explora la Residenz de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: un suntuoso palacio considerado una de las construcciones barrocas más bellas del país. Tras subir la magnífica escalera del palacio, te quedarás maravillado con el vasto fresco del techo.
Núremberg, la segunda mayor ciudad de Bavaria, es otra parada obligatoria, sobre todo para los amantes de la historia. Núremberg fue durante mucho tiempo un centro cultural e intelectual, pero acabó convirtiéndose en el núcleo de los mítines nazis y del boicot a los negocios judíos. Visita el Memorium de los Juicios de Núremberg, el palacio de justicia donde se juzgaron los crímenes de guerra que cometieron los nazis contra la paz mundial. Dejando de lado la parte oscura de su historia, la Núremberg moderna es hoy una ciudad con gran actividad comercial, conocida por sus bulliciosas cervecerías y por su mercado de Navidad, donde los comerciantes venden pan de jengibre, vino caliente y ornamentos artesanales.
Múnich es el eje de transporte principal de Bavaria y tiene buenas conexiones aeroportuarias y ferroviarias con la región circundante. Puedes llegar en tren a la mayoría de zonas de Bavaria, aunque es mejor explorar en coche la zona oriental de la región, así como los Alpes. Aprovecha una oferta de viaje a Bavaria y déjate fascinar por los muchos encantos de la zona: desde asentamientos rústicos hasta ciudades sofisticadas, así como paisajes asombrosos y cervecerías acogedoras.
