Con una altura de 44 metros (145 pies), y coronada por un jardín de encinas centenarias, la torre Guinigi representa uno de los puntos de interés más interesantes de Lucca.
Construida en la segunda mitad del siglo XIV por la acaudalada familia Guinigi, la estructura de ladrillo rojo se añadió a su palacio como demostración de su manifiesta opulencia. Las familias más ricas de la época solían rivalizar entre sí construyendo las torres más altas y envidiadas. Además, estas estructuras tenían la función de defensa ante posibles ataques. La torre Guinigi es actualmente una de las pocas conservadas de la ciudad.
Puedes subir a lo alto mediante los 230 amplios escalones de piedra que se estrechan a medida que avanzas hasta la cima. Esto podría resultar particularmente difícil para niños y ancianos. A medida que asciendes, detente a admirar los murales que decoran las paredes de la escalera. Estos murales cuentan los numerosos episodios de la historia de Lucca, incluidas las sangrientas batallas contra la ciudad de Pisa. Muchos están inscritos en italiano, por lo que si entiendes el idioma, podrás descubrir más detalles sobre lo que cada imagen representa.
Cuando llegues a la planta superior, te encontrarás con un vergel repleto de árboles. Los entendidos creen que fueron plantados como símbolo de fertilidad y poder. En los días calurosos de verano, te beneficiarás de la sombra que proporcionan.
Tómate tu tiempo para admirar las vistas de la ciudad. Desde lo alto de la torre podrás percibir de forma clara la forma elíptica original del antiguo anfiteatro de Lucca, convertido ahora en una plaza para uso público. Llévate unos prismáticos para observar de cerca los tejados, las torres de la iglesia y las montañas que rodean la ciudad.
Situada en la Via S. Andrea, podrás encontrar fácilmente la torre Guinigi, que se distingue desde la mayoría de puntos de la ciudad. La torre abre todos los días. La entrada es de pago, pero puedes ahorrar dinero con la oferta que incluye también el acceso a la torre del Reloj.