Santa Mónica ha sido una de las ciudades de playa más de moda de Los Ángeles durante décadas. Cuando viajes a Santa Mónica, comprobarás el porqué: sus conocidas playas, el histórico muelle, un clima agradable todo el año y gente muy moderna que frecuenta la gran cantidad de cafeterías, boutiques y bares.
Coge una toalla y visita la playa, bien cuidada y que discurre a lo largo de 5,6 kilómetros. La arena se rastrilla todos los días y cada año la frecuentan jugadores de voleibol, nadadores y los que vienen a tomar el sol.
Si quieres divertirte un poco, echa un vistazo al histórico Muelle de Santa Mónica, donde toda la familia disfrutará del parque de ocio Pacific Park®. También hay un pequeño acuario, tiendas y salas recreativas.
Pasea por las cafeterías, tiendas de libros y cines de la Third Street Promenade. Para ver más tiendas, pasa por la calle principal o intenta encontrar a algún famoso por Montana Avenue. Contempla obras de primera calidad en el Centro de Arte Bergamot Station. Allí encontrarás el Museo de Arte de Santa Mónica y otras galerías más pequeñas. Por la noche, pásate por el teatro Santa Mónica Playhouse para disfrutar de algún espectáculo y después elige uno de entre los muchos bares y restaurantes.
Desde Third Street Promenade, dirígete al Parque Palisades, con una extensión de 10 hectáreas y cuyos caminos bordeados de árboles ofrecen espectaculares vistas al mar. Encontrarás muchos lugares en los que hacer picnic, leer o sencillamente ver el mundo pasar.
Si te apetece algo más activo, alquila una bici y recorre los 35 kilómetros del carril para bicicletas Marvin Braude. Este camino pasa por debajo del Muelle de Santa Mónica y discurre en su mayoría junto al océano Pacífico.
Cuando viajes a Santa Mónica, comprobarás que aquí vive gente sofisticada y divertida. Puedes ir a la playa y de fiesta, intentar encontrar a algún famoso o echar un vistazo a una escena artística muy bien desarrollada y a sus eclécticas tiendas.