El Covanchón es un lugar diseñado para el disfrute personal, cada uno de sus rincones tiene una historia que compartir. Desde el rincón del Sabino donde poder sentarse a disfrutar el canto de los pájaros que revolotean a su alrededor hasta el Banco del silencio, lugar que suscita calma y la apertura de los sentidos. La situación de El Covanchón es privilegiada por su cercanía al pueblo, a la vez que respeta la intimidad e independencia de sus habitantes, permitiendo disfrutar de unas magníficas vistas del pueblo, Prádena, junto con su majestuosa iglesia y la sierra de fondo.
Cuenta con una estupenda piscina municipal en un bosque de sabinas a 5 minutos.