La atención recibida excepcional. El desayuno te lo ofrecen en el pequeño comedor que tienen, ofrecen fruta, yogur, dulces, cereales, embutidos, queso, tomate, ... muy bueno. Cogimos una habitación con balcón y vistas, excepcional. Se veía el mar, la cúpula de la catedral por detrás y buena parte de Positano en la montaña, muy bonito. La habitación algo pequeña pero muy bonita, limpia, con jabones y champús, nevera, armario, tv. El hotel está súper céntrico. Obviamente al ser Positano tiene un par de tramos de escaleras para llegar desde el ferry, pero nada exagerado. Son las escaleras que sí o sí harás pues llevan a la catedral. El único pero es que se oía un ruido en la habitación que venía de fuera, como de un aire acondicionado, no nos molestó para dormir. La verdad es que todas las casas están tan apretadas y metidas una encima de otras que es normal que se oigan según que ruidos.