Las islas de la Polinesia Francesa maravillan con sus picos dentados, playas con palmeras, lagunas verdes y azuladas y selvas tropicales. Bucea con tiburones, visita templos antiguos, haz una excursión por valles arbolados y relájate en una playa mientras saboreas un cóctel.

Tahití es la isla más grande de la Polinesia Francesa. Visita Papeete, la capital, para ver mercados, museos y tiendas especializados en los accesorios de perlas negras tahitianas. Camina por el Valle de Fautaua para ver la Cascada de Fautaua, de 300 metros. Lleva a los niños a la Playa de Maui para que puedan nadar en aguas poco profundas. Haz una excursión en cuatro por cuatro por los valles, las selvas tropicales y la costa. Hospédate en un bungaló construido sobre pilotes en la superficie del mar.

La mayoría de las islas están rodeadas por lagunas, lo que las convierte en un escenario ideal para la práctica de actividades acuáticas. Alquila un bote para ir de pesca en alta mar. Haz buceo o esnórquel en las diferentes lagunas de Tikehau y Fakarava. Los buzos experimentados se aventuran a las profundidades para estudiar el comportamiento de las distintas especies de tiburones, como los punta blanca de laguna. Embárcate en una expedición de avistamiento de delfines y ballenas desde la isla de Moorea. Disfruta de una gran variedad de deportes acuáticos, como el jet ski, el surf, el windsurf y el kayakismo.

Guárdate algo de tiempo para visitar las otras islas. Relájate en las recónditas playas de Bora Bora y observa los templos prehistóricos de Moorea. En la granja de perlas de Huahine verás cómo se cultivan las famosas perlas negras de la Polinesia Francesa.

Las islas volcánicas y de coral de la Polinesia Francesa se encuentran al suroeste del océano Pacífico. La mayoría de los visitantes hacen su escapada tropical volando a Tahití, la única isla que cuenta con aeropuerto internacional. Viaja entre las islas en vuelos privados o regulares, o súbete a un barco si lo prefieres.

Con el clima tropical, las temperaturas son cálidas durante todo el año. Uno de los mejores momentos para hacer una visita al lugar es entre mayo y octubre, cuando la temperatura es agradable y las lluvias son escasas.

La Polinesia Francesa es un destino popular de vacaciones, particularmente para lunas de miel, ya que ofrece una buena combinación de emociones, relax, playas, naturaleza y diversión. Organiza tu viaje a la Polinesia Francesa con tiempo para encontrar ofertas interesantes.