Este es un museo en el que hasta los niños más pequeños se lo pasarán en grande. En el Museo Please Touch, todo es totalmente interactivo, incluidas las exposiciones y los espectáculos. Por tanto, los niños pueden tocar, chapotear, saltar y armar jaleo a placer. Con todo, sigue siendo un museo, y los más pequeños de la casa podrán aprender mucho sobre cultura, los animales y cómo funcionan las máquinas mientras se divierten. Como no podía ser de otra forma, los mayores también están invitados a unirse a la diversión.
El museo se encuentra en el Parque Fairmount, en uno de los pocos edificios que quedan de la Exposición Universal de 1876: Memorial Hall. Hacer una visita a la exposición Centennial Exploration es como retroceder en el tiempo para ver la Expo. Las elegantes columnas de este antiguo edificio contrastan con el colorido de las zonas de juegos del Museo Please Touch. A los niños les encantará descubrir que, en lugar de objetos históricos, en las vitrinas del museo se exponen juguetes divertidos con los que podrán jugar. Sin embargo, no todo es moderno, ya que una de las atracciones más populares es un carrusel restaurado de 1908.
Los niños menores de tres años pueden corretear por Nature’s Pond y descubrir animales entre la hierba o ver la exposición sobre cuentos y canciones infantiles de Fairytale Garden. Además, podrán participar actuando en un espectáculo teatral y disfrutar conduciendo un cochecito a su aire en Move It. Los niños más mayores disfrutarán jugando en el agua con los barcos de River Adventures. Trata de no llegar tarde y aprovecha la oportunidad para jugar al croquet con la Reina de Corazones y tomar el té con el Sombrerero Loco en el laberinto de Alicia en el país de las maravillas.
Para visitar el museo, hay que ir al Parque Fairmount, situado en la orilla oeste del río Schuylkill. Se puede ir en coche y en transporte público desde el centro. El museo abre todos los días y se llena durante las vacaciones escolares y los días de lluvia, lo cual puede ser positivo, pues tus hijos podrán divertirse aún más jugando con otros niños. Un último apunte: los “profesionales de la diversión” que trabajan en el museo no son cuidadores, por lo que deberás permanecer junto a los niños en todo momento. Para comer, el museo cuenta con su propia cafetería.