Los orígenes de Ámsterdam descansan en la plaza Dam y conforme vayas viendo sus construcciones, podrás hacerte una idea de su historia. Hoy en día, en la plaza se celebran eventos masivos y ferias, y actúan artistas callejeros. Entra en los locales y relájate a los pies del Monumento Nacional mientras escuchas los organillos. Persigue a las palomas y esquiva a los numerosos ciclistas mientras cruzas la plaza para ir de compras o descubrir algunos de los edificios históricos.
El edificio más impresionante es el Koninklijk Paleis (Palacio Real) del siglo XVII, en el que Luis, el hermano de Napoleón, gobernó los Países Bajos durante la ocupación francesa. El rey Willem van Oranje convirtió este edificio en el ayuntamiento, pero hoy en día se utiliza para la celebración de eventos reales y nacionales. Todos los días, a excepción del lunes, puede hacer una visita autoguiada o privada tras comprar la entrada correspondiente. Observa las habitaciones ornamentadas con interiores pintados por Rembrandt y otros maestros de la pintura.
No puedes dejar de visitar el obelisco blanco, un monumento nacional de 1956, que se levantó para conmemorar a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial. El día 4 de mayo, los holandeses se reúnen aquí para guardar un minuto de silencio por las víctimas de la guerra, seguido, el día siguiente, por la alegre celebración del Día de la Liberación. En el cumpleaños del rey, en abril, y durante los campeonatos de fútbol, la plaza Dam se llena de juerguistas vestidos con el color nacional, el naranja, que lo celebran con cervezas.
Junto al Palacio Real se encuentra la iglesia Nieuwe Kerk de estilo gótico, con sus grandes ventanas con vidrieras, un púlpito ricamente tallado y dos impresionantes órganos. En la histórica iglesia se celebran ahora exposiciones culturales y conciertos.
Tanto si eres de mirar escaparates como de comprar, hay grandes e importantes almacenes alrededor de la plaza, como De Bijenkorf (literalmente, la colmena). Date un capricho con un café y un pastel en la cafetería de la tienda con vistas a la antigua bolsa, Beurs van Berlage. Compra artículos a la última moda o visita las estatuas de cera del Madame Tussauds en el edificio Peek & Cloppenburg.
La plaza Dam está muy cerca de la estación central, desde donde puedes llegar a pie por la calle Damrak. Además, muchos tranvías y autobuses tiene parada en esta plaza. Si vas en coche, valora la idea de dejarlo en uno de los aparcamientos disuasorios situados a las afueras de la ciudad. Hay aparcamientos en el centro, pero las plazas son limitadas.