Piedras Blancas es una estación de esquí ubicada en el pintoresco paisaje interior de la Patagonia, un rincón imprescindible en los viajes a Bariloche. Se considera uno de los lugares más bellos del mundo para esquiar, con vistas panorámicas de árboles cubiertos de nieve sobre inmensos lagos enclavados en un entorno salvaje de color blanco. Deslízate a toda velocidad por las pendientes de distintos niveles de dificultad como si estuvieras en una película de acción de James Bond.
Muchas de ellas son ideales para esquiadores principiantes. Aprovecha las clases y únete a los grupos de aprendizaje. Para subir a la cima de la montaña puedes utilizar los distintos telesillas. Asegúrate de traer la cámara para sacar fotos de los espectaculares paisajes que se contemplan desde allí.
El esquí no es la única opción disponible para divertirse en Piedras Blancas. Sujeta fuerte a los niños y recorred en tirolina todo el bosque nevado. También puedes alquilar un trineo y deslizarte cuesta abajo por la montaña. O puedes probar la opción del “Safari por la nieve” y pasear en un quitanieves por paisajes espectaculares.
Si te gusta el senderismo, dispones de numerosas rutas que salen desde las áreas principales. El nombre de este complejo hace referencia a la nieve durante los meses de invierno.
Encontrarás una amplia variedad de ofertas de paquetes a precios razonables según la temporada y las actividades que se incluyan. La temporada alta es en julio y agosto, y la temporada baja va de junio a septiembre.
Se dice que, en este lugar, comenzó a practicarse el esquí en Argentina. La primera escuela de esquí la dirigió Otto Meiling, la leyenda alemana del deporte.
Piedras Blancas está situada a 7,2kilómetros al oeste de la encantadora ciudad de Bariloche. Puedes llegar en coche o en taxi en menos de 30 minutos. Esta montaña está cerca del pintoresco cerro Otto, al oeste de la ciudad. En el centro de Bariloche encontrarás una oficina donde realizar reservas y solicitar información.