El Palacio Real de Ámsterdam, conocido como Koninklijk Paleis, fue descrito por el poeta holandés Constantijn Huygens como la octava maravilla del mundo. Aunque la familia real holandesa sigue utilizando el palacio, suele permanecer abierto al público. Admira el suntuoso interior del edificio, que cuenta con una impresionante colección de muebles, esculturas, cuadros y otras antigüedades de los siglos XVII y XVIII.
Cuando el palacio se construyó por primera vez en el siglo XVII, fue declarado el edificio secular más grande de Europa. En un principio se diseñó como ayuntamiento, pero en 1808 se convirtió en un palacio. Admira la fachada neoclásica del edificio, que domina la plaza Dam. Busca la estatua del tejado del edificio, que representa al titán griego Atlas.
Al entrar en el vestíbulo del palacio, fíjate en el suelo. El espléndido pavimento de mármol está decorado con dos mapas, uno representa Ámsterdam en el centro del mundo, y en el otro la ciudad es el centro del universo.
Muchas de las habitaciones, salas y galerías de la ciudad fueron decoradas por artistas famosos del siglo XVII, como Jan Lievens y Ferdinand Bol. Algunas de las piezas históricas que se pueden admirar hoy en día las trajo Luis Napoleón Bonaparte, hermano del infame emperador francés, que fue rey de Holanda durante un breve periodo.
Una de las principales piezas es un enorme candelabro de latón, de más de 3 metros de altura y 720 kilogramos. Contempla el escritorio de caoba que perteneció al rey Luis Napoleón en la cámara de Comisionados para pequeños asuntos. Otras de las mejores obras incluyen un cuadro de Ferdinand Bol que representa a Moisés descendiendo del monte Sinaí situado en la cámara de los Magistrados y una escultura de mármol de Apolo del siglo XVII expuesta en la galería suroccidental.
El Palacio Real se encuentra en la plaza Dam, en el centro de Ámsterdam. En ocasiones permanece cerrado por la celebración de ceremonias oficiales, por lo que se recomienda confirmar los horarios de apertura antes de organizar una visita. Es posible llegar al palacio en tranvía, y la entrada es de pago. Hay audioguías gratuitas disponibles en varios idiomas.