La estatua de 5,8metros (19pies) de Abraham Lincoln descansa sentada en su silla, en el extremo oeste de la explanada del National Mall, tranquila y llena de autoridad, con la mirada clavada perpetuamente en el Monumento a Washington. Sigue con tus propios pies los pasos de millones de estadounidenses y presenta tus respectos al hombre que, tras nacer en una humilde cabaña de madera, llegó a ser el faro de la nación durante la Guerra Civil Americana y abolió la esclavitud.
Muchos de los elementos que figuran en la estatua de mármol y caliza están cargados de simbología. Las esbeltas columnas dóricas representan los 36 estados que se reconocían como parte de la nación cuando Lincoln era presidente. Cuando finalizó la construcción del monumento, en 1922, ya había 48 estados, cuyos nombres figuran en los frisos.
Sube los escalones que parten de la base del estanque de Reflecting Pool sin armar jaleo, recuerda que este monumento es un lugar sagrado para millones de estadounidenses. El interior del monumento se halla dividido en tres cámaras. A cada lado de la estatua de Lincoln se encuentran respectivamente las cámaras norte y lateral, que contienen inscripciones de dos de los discursos más famosos del presidente: el Discurso de Gettysburg y el Segundo discurso de investidura. Por encima de ellos puedes admirar los murales que representan los valores que más apreció Lincoln durante su vida: libertad, inmortalidad, justicia, ley, unidad, fraternidad y caridad.
La importancia de esta construcción y de todo lo que representa la convirtió en un escenario clave de encuentros y discursos históricos. De pie sobre la escalinata casi se puede escuchar el eco de los cientos de miles de personas que se congregaron aquí para escuchar al reverendo Martin Luther King Jr. cuando proclamaba al mundo que había tenido un sueño. Más recientemente y también desde estos mismos escalones, en 2009, Barack Obama pronunció como presidente electo su discurso previo a la toma de posesión.
El Monumento a Lincoln permanece abierto 24horas al día. No te olvides la cámara ni el trípode, porque el efecto de la luz sobre la superficie exterior de mármol es espectacular para las fotografías, especialmente cuando se ilumina de noche. Los guardias o rangers están disponibles para cualquier pregunta entre las 9:30 de la mañana y las 11:30 de la noche, todos los días, y organizan visitas guiadas por el monumento, cada hora en punto.