Nos quedamos dos noches y, la verdad, el personal de recepción fue un encanto, nos dieron una habitación bastante chula (la 1005) para mí y mi pareja. La habitación estaba limpia y ordenada, con todo lo básico que necesitas. Pero, para un hotel de cinco estrellas, fue una decepción total: el aire acondicionado soplaba justo encima de la cama y no había manera de ajustar el viento, así que tuvimos que apagarlo para dormir; la habitación olía a cloaca todo el rato; por la noche, había goteras en el armario (creo que era del tubo del aire acondicionado); y, para rematar, ¡ni pañuelos de papel había! Esto no es para nada lo que esperas de un cinco estrellas.