Desde prácticamente cualquier punto del centro de Ginebra podrás ver la reluciente torre de agua Jet d'Eau. Puedes contemplar este espectacular chorro de agua en el cielo mientras disfrutas de una comida, mientras paseas por los parques de los alrededores, o desde el puerto.
La magnífica fuente se divisa desde muchas zonas de la ciudad. Uno de los puntos de vista más conocidos es la casa de baños Bains de Pâquis, situada a pocos metros del chorro. Podrás relajarte en el agua fría del lago con una vista excelente de la curiosa fuente. Si te acercas mucho al chorro, prepárate para mojarte en cualquier momento, en cuanto el viento cambie de dirección.
En sus orígenes, el Jet d’Eau de Ginebra tenía una función práctica: se trataba de una válvula de seguridad para un sistema hidráulico que bombeaba agua para surtir a los artesanos de la ciudad. Su belleza pronto se hizo evidente y se trasladó a su ubicación actual, en la que se convirtió en un monumento a la Confederación Suiza. Hoy en día, el Jet d'Eau opera de manera casi continua y es alimentado por dos bombas que lanzan agua hacia el cielo a 200 kilómetros por hora y a una altura de 140 metros.
Para contemplar la fuente a vista de pájaro, sube a la torre de la catedral de San Pedro. O si lo prefieres, disfruta del espectáculo acuático desde el Jardín Inglés, donde también podrás recorrer hermosos parques y ver el famoso reloj de flores de Ginebra.
Las mejores fotos de la fuente se obtienen de noche, cuando está iluminada por doce focos que le dan una belleza misteriosa. Otra buena idea es disfrutar de una fondue tradicional en uno de los muchos restaurantes a lo largo de la orilla y admirar el cielo nocturno salpicado de millones de gotas relucientes.
La fuente funciona todo el año, pero puede estar cerrada debido a los fuertes vientos o a las bajas temperaturas.