Admira la monumental fachada occidental de la iglesia de San Lorenzo, o Sankt Lorenz Kirche en alemán, y déjate sorprender por la compleja construcción de ladrillos y los dos chapiteles que coronan sus dos torres, con una arquitectura que refleja a la perfección la de su análoga iglesia de San Sebaldo, al otro lado del río Pegnitz. Si eliges uno de nuestros viajes a Núremberg, podrás disfrutar de los diseños de ornamentación desde la plaza Lorenzer Platz y acceder a su interior para observar un interior extrañamente espléndido para tratarse de una iglesia evangélica.
Contempla las prominentes torres que se elevan hasta los 80 metros y que están coronadas con dos chapiteles de cobre. Dada su altura, las torres son visibles desde muchos puntos del centro histórico de Núremberg. No olvides examinar el rosetón central y las arquivoltas que destacan sobre la enorme portada. La construcción de la iglesia se inició en el siglo XIII, pero no fue completada hasta el año 1477. Más adelante, en 1525, la basílica se convirtió al luteranismo durante la Reforma protestante.
Tras admirar su fachada, ha llegado la hora de entrar en la iglesia y de explorar el interior de su gran nave. El imponente coro es de estilo gótico tardío alemán y posee un relieve de la Anunciación, obra de Veit Stoß, así como un tabernáculo de grandes dimensiones. Localiza el gran órgano, dividido en tres partes, y que data del 1862. La parte central fue instalada en 1930 y ha convertido este órgano en uno de los más grandes del mundo, con 12000 tubos que alcanzan más de 165 registros. También llama la atención el campanario, que cuenta con 16 campanas, la más antigua del siglo XIV.
Cabe destacar que la iglesia sufrió grandes daños durante la II Guerra Mundial y ha sido restaurada posteriormente. Intenta distinguir las partes originales de la basílica gótica de las restauraciones del siglo XX.
La iglesia de San Lorenzo se encuentra en el barrio de San Lorenzo, dentro del casco histórico de Núremberg y a orillas del río Pegnitz. Si visitas la zona, asegúrate de acercarte hasta la rectoría de San Lorenzo y de fijarte en la fuente Tugendbrunnen. Puedes hacer una parada en alguno de los cafés y restaurantes que se encuentran en las inmediaciones o bien recorrer la zona comercial. Llegar hasta aquí es muy sencillo gracias a la red de transporte público, pues hay una parada de tren junto a la basílica. Ten en cuenta, además, que la entrada es gratuita. A la hora de organizar tu visita, comprueba los horarios de los servicios que se ofician en San Lorenzo e infórmate sobre la frecuencia con la que tañen las campanas o sobre si tu estancia coincide con la celebración de algún concierto de órgano.
