El Fleischbrücke de Núremberg, que significa literalmente “puente de la carne”, es un puente histórico que conecta las dos orillas del centro del casco antiguo de la ciudad desde el siglo XVI. Si das un paseo entre los antiguos barrios de St.Sebald y St.Lorenz, podrás admirar la regia obra de ingeniería que es este puente de piedra. A pesar de que la mayoría de las construcciones que lo rodeaban resultaron destruidas en la Segunda Guerra Mundial, el Fleischbrücke se ha mantenido como punto de referencia en el casco antiguo de Núremberg.
Desde la orilla del río Pegnitz podrás tener una vista privilegiada del diseño inquebrantable del puente. Formado por un solo arco de 27metros, este puente de mampostería fue el más grande de su tipo en Alemania en el momento de su construcción. La solidez del puente se debe a la sencillez de su diseño, que cuenta con estribos que se apoyan en 2100postes de madera.
Si te acercas al puente desde la parte del barrio de St.Sebald, descubrirás por qué se le llama así. El Ochsenportal (puerta del buey), que se añadió en1599, muestra el lugar en el que el puente llevaba al antiguo mercado de carne de la ciudad de Núremberg en aquella época. En el portal hay una estatua de un buey sobre un pedestal con una inscripción en la piedra. El texto en latín significa: “Todo tiene su origen y su principio, pero el buey que aquí ves nunca ha sido un becerro”. El sólido Fleischbrücke resistió los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial que arruinaron la mayor parte de la ciudad, y se erige hoy en día como prueba viviente de la innovación en ingeniería de los antiguos habitantes de Núremberg.
Explora la zona que lo rodea para verlo desde diferentes perspectivas y conocer su historia. En la parte oeste, desde el extremo de la Liebesinsel (isla del amor), tendrás unas excelentes vistas del puente. Siéntate en una de las cafeterías de la parte oeste del puente para disfrutar de unos dulces típicos alemanes mientras admiras esta histórica estructura.
El Fleischbrücke se encuentra en el centro del casco antiguo de Núremberg y queda a poca distancia a pie de las estaciones de tren y autobús. No hay que pagar por cruzar el puente, que será algo que no puede faltar en tu visita a pie del casco antiguo de la ciudad.