La catedral de Santa María se erige sobre un lugar extraordinario, una cripta que contiene los restos de casi 200 mártires religiosos. Dentro de la iglesia encontrarás antiguos sepulcros, frescos y muchas otras obras de arte.
Pero antes de entrar, fíjate en la combinación de estilos arquitectónicos de su exterior. La fachada románica, inspirada en la catedral de Pisa, contiene elementos barrocos añadidos en restauraciones posteriores, de los siglos XVII y XVIII. Fíjate en las características que se remontan a su fundación, como el campanario y las puertas laterales.
Admira la maestría de los artesanos que se encargaron de la decoración de la iglesia. Los dos púlpitos esculpidos se elaboraron en un principio para la catedral de Pisa. Contempla los numerosos frescos que adornan el techo antes de pararte a examinar el majestuoso mausoleo de Martín I de Sicilia, que reinó en la isla entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV.
También podrás ver un bonito retrato del papa Clemente VII, y cuatro leones de mármol esculpidos a los pies del presbiterio. Hay varias esculturas que representan escenas del Nuevo Testamento.
Baja las escaleras situadas al lado del altar para llegar a la fascinante cripta del sótano de la catedral. En las paredes verás nichos con los restos de 179 mártires. Observa los retratos de los muertos y la detallada decoración del techo.
La catedral de Santa María se encuentra en la Piazza Palazzo, cerca de varias paradas de autobús y otros monumentos importantes del centro histórico de Cagliari, como la iglesia de San Domenico, la iglesia de San Giuseppe Calasanzio y el Palacio Real.
La catedral abre todos los días por la mañana y por la tarde y la entrada es gratuita. Está cerrada a la hora de comer. Después de la visita, puedes tomar algo en una de las cafeterías de la Piazza Palazzo. Si te quedas hasta el anochecer podrás ver la catedral iluminada.
