Las Cataratas Velo de Novia se sitúan en el centro del conjunto de tres cataratas que forman las Cataratas del Niágara. Son las también las más pequeñas, con solo 17 metros de ancho. La cascada está separada de las Cataratas Estadounidenses por la pequeña Isla de la Luna y cae desde más de 55 metros de altura, incluida la cascada final que rompe sobre las rocas hasta verterse en el remanso Maid of the Mist. Una de las atracciones turísticas imprescindibles de las Cataratas del Niágara se encuentra en estas cataratas: la visita a la Cueva de los Vientos te permitirá disfrutar de una perspectiva única y te llevará a solo unos metros del agua, lo suficientemente cerca como para sentir la salpicadura del agua en la cara.
La Cueva de los Vientos original era una gruta que se encontraba detrás de las Cataratas Velo de Novia, descubierta en 1834 y abierta al público siete años más tarde. Se convirtió en una importante atracción de la Isla de la Cabra, en el Parque Estatal de las Cataratas del Niágara. La caverna no podía haberse bautizado mejor, ya que estaba continuamente azotada por fortísimas corrientes provocadas por la fuerza del salto de agua. La cueva original se ocluyó para siempre en 1954 debido a un desprendimiento. Hoy, la Cueva de los Vientos sigue viva en el nombre de la atracción turística que se halla en el mismo lugar.
Para vivir esta experiencia imprescindible hay que acudir a la Isla de la Cabra. El acceso a la Cueva de los Vientos se hace mediante un ascensor que desciende 53 metros hasta llegar a la base de las Cataratas Velo de Novia. Irás acompañado de un guía por plataformas de madera de secuoya desde las que podrás disfrutar de vistas de infarto a solo seis metros de la ensordecedora cascada. La visita incluye un impermeable y chanclas, pero lo cierto es que no ofrecen mucha protección contra la salpicadura del agua que arrastra el viento. Lleva la cámara dentro de una bolsa impermeable y cualquier otro objeto que no pueda mojarse.
En la Isla de la Cabra hay aparcamiento de pago, aunque también tienes la posibilidad de cruzar el puente peatonal que salva el brazo norte del río Niágara a varias decenas de metros sobre las Cataratas Estadounidenses y que conecta las dos mitades del parque estatal. La Cueva de los Vientos abre todos los días, desde primavera a finales de octubre.
