El famoso detective de ficción Sherlock Holmes fue dado por muerto al caer al vacío en las cataratas de Reichenbach. Aunque no seas un entusiasta de los libros de Sir Arthur Conan Doyle, estas cataratas de 120 metros de altura te dejarán sin palabras. Estas espectaculares cataratas son una parada obligada en los viajes al cantón de Berna, uno de los paisajes más hermosos de Suiza.
Sir Arthur Conan Doyle visitaba frecuentemente esta zona. El autor eligió las cataratas de Reichenbach como el escenario de la escena final del relato El problema final. Sherlock Holmes y su némesis, el profesor Moriarty, entablan una pelea en un saliente sobre las cataratas, y son dados por muertos al caer por el precipicio.
Una excelente opción para contemplar las cataratas de Reichenbach es subir en el teleférico. La estación está a unos 20 minutos a pie de Meiringen. Desde aquí, el teleférico te lleva por el valle hacia la parte inferior de las cataratas. Después, no tendrás que caminar mucho para llegar a la cima.
Si buscas un poco, encontrarás el saliente donde tuvo lugar la pelea entre Holmes y Moriarty. Desde el mirador del teleférico es posible ver una estrella pintada en los acantilados que marca el lugar del saliente. Para acercarte, camina por el otro lado de las cataratas hacia el sendero marcado. Hay una placa que marca el sitio donde sucedieron los hechos trágicos.
La zona está abierta de mayo a octubre. Durante la primavera, las cataratas son más espectaculares, ya que la nieve derretida de las montañas cercanas hace que el caudal sea mucho mayor.
El teleférico es de pago. Te recomendamos llegar temprano, pues los billetes se ofrecen por orden de llegada y se terminan rápido durante el verano.
Las cascadas de Reichenbach están a una hora y media de Berna, y a tres horas y media de Ginebra en tren. Si vas en coche, puedes dejarlo en el estacionamiento que está al pie de las cataratas. Después de tu visita, explora Meiringen. Busca los diferentes homenajes a Sherlock Holmes que hay en el pueblo, como un pequeño museo y una estatua del detective. Meiringen se hizo famoso por ser el lugar donde se inventaron los merengues. Así que no te vayas sin probar uno de estos deliciosos dulces.
