8/10
Desde el momento de pararme frente a la puerta de la habitación note que era mas angosta de lo habitual, entonces supe que la habitación era muy pequeña, y si, en efecto, el baño mismo semejaba mas un baño de avión que una baño de habitación de hotel.
Todo bien en la habitación a pesar de lo reducido, el desnivel del baño y lo reducido.
El desayuno fue aceptable, sin embargo la experiencia de desayunar no fue nada buena. Hay demasiados huéspedes siempre haciendo largas filas para acceder al desayuno, las mesas son reducidas y mas bien tienen barras por lo que no es fácil desayunar con tus compañeros de viajes/familia o pareja. Una mañana nos llevaron a una habitación que mas bien parecía una bodega habilitada con mesas para desayunar, que un restaurante. Ni que decir de las filas para servirse y el desorden de los mismo huéspedes a la hora de esperar en fila para servirse, hay que estar esquivando al personal del hotel y a la horda de huéspedes, una experiencia asfixiante. Hay una vista desde el restaurante, pero mucha suerte si logras un espacio para desayunar ahi. En definitiva, es mejor evitar el desayuno del hotel.
Lo peor de todo, los elevadores son limitados para el numero de huéspedes, buena suerte con la espera para tomar el elevador.
Ivan Gonzalo
Se alojó 2 noches en abril de 2025