Silver Sands es una playa de arena situada en mitad de los bosques de la costa de Fife. Se trata de un tranquilo refugio apartado del bullicio de la ciudad, un rincón perfecto para pasar el día en familia. El lugar se caracteriza por su bella mezcla de hierba, arena y bosques, que lo convierten en un rincón tan bonito como divertido.
Elige el mejor lugar de la playa para la familia y disfruta del ambiente tranquilo del entorno. Quizá te apetezca aprovechar la excursión y hacer un pícnic: hay mesas de madera que permiten comer disfrutando del sonido de las olas y de los niños jugando en la arena. Si prefieres algo más de actividad, puedes ir en bici por la Millennium Cycleways Network, una red que recorre el paisaje natural de Fife.
Los niños podrán practicar el swing en el campo de golf. Si visitáis la playa en verano, también podrán pasarlo en grande en el castillo inflable que suele instalarse en la zona. Asimismo, hay un café donde tomar algo con vistas al mar. Si te gustan los deportes acuáticos, en esta bahía puedes practicar kayak, vela y surf.
La región es, además, una zona muy popular para hacer senderismo gracias a la ruta costera de Fife, que discurre junto a la playa y atraviesa los bosques. Pero este lugar es también perfecto para sentarse en un banco de madera y, sencillamente, ver pasar a la gente y las aves.
Disfrutarás de vistas bellísimas de los acantilados y de las islas de Inchmickery e Inchcolm. En esta última se encuentra la impresionante abadía de Inchcolm. Te recomendamos recorrer la isla y su monasterio, una estructura del siglo XII. Además, podrás ver focas, delfines y frailecillos.
La playa está abierta al público durante todo el año. Si la visitas en verano, los niños podrán bañarse con toda tranquilidad bajo la mirada atenta de los socorristas. La playa dispone de zona específica para mascotas. Siempre la encontrarás limpia, y cuenta con servicios e instalaciones de primeros auxilios.
Silver Sands está situada en la zona de Aberdour, al oeste de Burntisland. Puedes llegar en tren desde la estación de Burntisland en 20 minutos. Si llevas coche, el trayecto de seis kilómetros tiene una duración de unos diez minutos. Puedes dejar el vehículo en el amplio aparcamiento de pago situado detrás de la playa.