Ahora bien, a ese precio, el esfuerzo por igualar las condiciones anteriores a la pandemia debería ser mayor. La habitación era amplia y con vistas al mar pero las paredes son de papel, se oye todo lo que hacen en la habitación de al lado. Si sumas que tuvimos la piscina justo al lado que parecía que la gente se iba a meter nadando en nuestra habitación y el restaurante debajo... Pues no es la mejor estancia. El desayuno flojo, con un buffet asistido que lo único que hacer es apelotonar a la gente y que se tarde una vida en desayunar. El parking gratuito es un plus. En mi opinión, caro para lo que ofrece.