Si encuentras una oferta de viaje a Cuzco, no te pierdas el convento de Santa Catalina, una encantadora iglesia con más de cuatro siglos de historia. Se puede acceder a la mayor parte del convento, por lo que tendrás la oportunidad de ver cómo era la vida de las monjas que residían en él y contemplar una maravillosa colección de obras de arte sacro.
El convento está construido sobre las ruinas de un Acllahuasi, una institución inca donde vivían algunas damas de la nobleza para rendir culto al dios Sol. Estas mujeres ayudaban en las ceremonias, tejían y preparaban la cerveza y el pan sagrados. El convento de Santa Catalina se fundó a principios del siglo XVII y quedó arrasado en el terremoto de 1650. La reconstrucción del edificio comenzó al año siguiente y a día de hoy aún se mantiene en pie.
Admira la arquitectura del convento, un ejemplo excelente del estilo mudéjar que se conserva en muy buen estado. Examina la espléndida pintura de los arcos y la majestuosa sala capitular, decorada con murales. Dentro de la capilla, varios frescos de estilo barroco muestran motivos de la vegetación inca.
Observa también el peculiar baúl del convento, que esconde en su interior una pequeña maqueta de la vida de Cristo. Varios representantes de la iglesia católica transportaron este baúl por todo Perú para intentar convertir al cristianismo a los habitantes de cada región.
Este convento alberga desde 1975 una de las mejores colecciones de arte amerindio de la región, que fusiona las características artísticas de la zona con las españolas. En la primera sala encontrarás cuatro cuadros anónimos, que representan al Señor de los Temblores.
También encontrarás obras de importantes artistas locales, como Marcos Ribera, Francisco Padilla y Diego Quispe Tito, entre otros. No te pierdas la colección de cuadros sobre la vida y milagros de santa Rosa de Lima, ni las nueve casullas bordadas con hebras de metales preciosos.Antes de marcharte, prueba algunos de los mazapanes caseros que preparan las monjas del convento.
El convento de Santa Catalina abre todos los días, aunque los domingos el horario de visitas es más limitado. El denominado "boleto turístico del Cusco" incluye el acceso a este convento. Si lo deseas, te puedes apuntar a una visita guiada. El convento está situado a pocas manzanas de la plaza principal de la ciudad.