Reinosa es uno de los núcleos urbanos más importantes del interior de Cantabria. Aparece mencionado por primera vez en un documento de principios del siglo XI, por lo que se trata de una ciudad con mucha historia en la que aún se conservan numerosos vestigios de su rico pasado. Por ejemplo, la imponente iglesia de San Sebastián, en pleno centro del casco urbano. Su estilo barroco, sus dimensiones y, sobre todo, su cuidado y resplandeciente interior te enamorarán. ¿Preparado para sacar todo el partido a nuestros viajes baratos a Reinosa?
Otro ejemplo de la bella arquitectura reinosana es el puente de Carlos III, que recibe este nombre porque se construyó durante el reinado de dicho monarca. Salva el río Ebro, que nace muy cerca de Reinosa. Si te llevas la cámara, podrás inmortalizar sus tres ojos con bóvedas de fábrica y sus piedras regias.
Tampoco puedes perderte el edificio La Casona. El palacio original se construyó en 1788, pero, tras el incendio que sufrió en 1808, poco quedó de ese proyecto. Se reconstruyó a principios del siglo XX respetando la fachada. Hoy en día, este bonito palacio hace las veces de biblioteca, de sala de exposiciones e incluso de oficina de turismo.
Cuando te apetezca visitar el centro neurálgico de la ciudad y saber adónde van todos los reinosanos, dirígete a la plaza España. Es una plaza amplia y peatonal, rodeada de edificios interesantes, como el ayuntamiento. Verás también numerosas viviendas con bonitas galerías acristaladas. No hay nada mejor que sentarse en las terrazas de los bares del lugar y disfrutar de los rayos de sol para completar los paquetes de vacaciones en Reinosa.
Si no te importa saltarte la dieta, siempre puedes degustar las ricas pantortillas, una especialidad típica de la repostería de Reinosa. Se trata de un dulce hecho con una masa de hojaldre y una capa de azúcar caramelizado que hará las delicias de grandes y pequeños.
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