Rano Kau es una de las maravillas naturales de esta pequeña isla del Pacífico. El volcán tiene una altura de 324 metros y constituye el cabo suroeste de Isla de Pascua. Sube a la cima y podrás contemplar vistas panorámicas del océano, la isla y el lago de agua dulce del cráter.
Al subir por la pendiente, fíjate en el terreno, formado por los ríos de lava basáltica. Las rocas más recientes tienen entre 150.000 y 210.000 años de antigüedad. Con el paso del tiempo, la erosión ha hecho que partes de las paredes del cráter se fundan con los acantilados de la costa.
No te olvides la cámara, ya que podrás tomar fotos extraordinarias del gigantesco cráter, de más de un kilómetro y medio de diámetro. Verás que esta enorme abertura tiene su propio microclima, con unas condiciones que permiten el crecimiento de marjales únicos en el lago y alrededor de él. Recorre el borde y fíjate en las vides e higueras: no las verás en ningún otro rincón de la isla.
En el entorno, encontrarás también fascinantes tallas en la roca realizadas por los rapa nui hace siglos. Si viajas en familia, quizá os apetezca hacer un pícnic en el borde del volcán.
Ubicada entre el acantilado y la pared interior del cráter, en el lado suroeste del volcán, se encuentra la aldea ceremonial de Orongo. Contempla las casas de piedra que se construyeron en las faldas verdes de la colina. En el siglo XIX, los arqueólogos descubrieron un lugar lleno de esculturas moai en el acantilado, pero, antes de que finalizara el siglo, todas habían caído ya sobre la playa.
Es necesario pagar la entrada al Parque Nacional de Rapa Nui, donde se encuentra Rano Kau. Puedes adquirirla en el aeropuerto o en las oficinas de la Corporación Nacional Forestal, o CONAF, en Orongo yRano Raraku.
El volcán Rano Kau está situado en el suroeste de la isla, a unos seis kilómetros al suroeste de Hanga Roa. El trayecto desde Hanga Roa es de unos 20 minutos. También puedes llegar en bicicleta o a pie.
