Para muchos visitantes de la costa española, el puerto de Alicante es la primera escala. Cuando la mayoría de la industria marítima de Alicante se desplazó a la vecina Valencia en la década de 1980, el distrito del puerto fue remodelado para atender al mercado turístico. Actualmente, el puerto recibe a 80.000 turistas que desembarcan de cruceros, ferris y embarcaciones privadas cada año. La zona que rodea al puerto está concurrida la mayor parte del día, con locales o visitantes por igual que pasean buscando el perfecto bar o restaurante.
El puerto de Alicante sirve como acceso a muchas de las atracciones de la región sin embargo, hay mucho que ver y explorar antes de embarcar. Recorre la explanada de España, el paseo bordeado de palmeras que te ofrece una gran variedad de restaurantes de cocina tradicional. A medida que caminas por la explanada, advertirás como las baldosas de mármol de su suelo componen un mosaico que representa las olas del mar.
Al caer el sol, disfruta de un refrigerio y observa como el cielo cambia de color al tiempo que contemplas el mar. Por la noche, los clientes de los bares de la zona llenan las calles, lo que proporciona una atmósfera festiva.
En el puerto encontrarás numerosos operadores que ofrecen excursiones y paseos en barco. Pasa el día en un catamarán explorando la costa o coge un ferry para visitar la vecina isla de Tabarca. Pasea por las calles sin vehículos a motor del pequeño pueblo histórico de la isla antes de explorar sus áreas naturales y reservas marinas.
El puerto de Alicante está rodeado de grandes playas. El área adyacente no es aconsejable para los bañistas, pero a solo 10 minutos a pie por la arena podrás disfrutar de aguas limpias y cristalinas.
La ciudad de Alicante está construida en torno al mar. La mayoría de sus calles te conducirán directamente al puerto de Alicante. Existen bastantes zonas de aparcamiento, la mayoría gratuitas. El puerto permanece abierto todos los días y su acceso a la zona es gratuito.