Regálate uno de nuestros viajes a Ancona y disfruta del litoral Adriático en su rincón más pintoresco, Portonovo. Ubicado en las laderas del monte Conero, este distrito es popular por su impresionante belleza natural, sus playas vírgenes y sus edificios históricos.
Puedes empezar con una visita a la iglesia de Santa María de Portonovo, un edificio románico de fachada blanca escondido entre los árboles que domina la bahía. La estructura la construyeron unos monjes benedictinos en el siglo XI con piedras blancas de las canteras de Conero. La iglesia abre al público durante la temporada de verano.
También te recomendamos la torre Clementina, un encargo del papa Clemente XI en 1716. Su ubicación junto al mar, que originalmente la convirtió en el punto perfecto para avistar la llegada de piratas, la convierte hoy en un rincón fantástico para disfrutar de vistas panorámicas.
Otro de los lugares más destacados es el fuerte napoleónico, que se construyó en 1810, durante el reinado del emperador francés. Su colocación estratégica respondía a la necesidad de defenderse de los barcos ingleses que intentaban invadir Ancona desde el sur. La entrada a la fortaleza se encuentra flanqueada por cañones históricos.
Deja tiempo para recorrer a pie los estrechos senderos costeros que pasan junto a las numerosas playas públicas de Portonovo. Al norte podrás contemplar la belleza natural de la playa de Mezzavalle, a la que solo se puede acceder por agua o por una de las vías peatonales.
Más septentrional aún es la playa de Trave, que cuenta con una larga roca que se adentra en el mar como un muelle natural.
El sur también acoge un buen número de franjas de arena, entre las que figuran la playa de la Vela y uno de los secretos mejor guardados, la playa de la Gaviota. ¿Y la más popular de todas? Esa es, sin duda, Due Sorelle, que se traduce como "dos hermanas" por las rocas gemelas que sobresalen de la costa.
Los viajes a Portonovo no estarán completos sin un recorrido por el parque del Conero. No pierdas la oportunidad de pasear por la Traversata del Conero, con vistas panorámicas del mar Adriático. El trayecto se halla rodeado de una vegetación muy diversa bañada por el aire fresco del mar.
Después de disfrutar de la belleza natural de Portonovo, nada mejor que una recompensa a base de marisco local en uno de los restaurantes de la zona. Prueba el mosciolo, una especialidad ancona. Estos mejillones crecen en los arrecifes de Portonovo y son famosos por su delicioso sabor.