Visita la plaza Murillo para admirar algunos de los mejores ejemplos de arquitectura colonial, además de poder recorrer una impresionante colección de arte colonial y arte moderno. Desde la época colonial, esta plaza arbolada ha sido el centro de la ciudad, y hoy en día sigue siendo el punto clave de la vida política en Bolivia. Recibe su nombre de Pedro Domingo Murillo, que desempeñó un papel importante en la guerra por la independencia.
Alrededor de la plaza se encuentran algunos de los mejores ejemplos arquitectónicos de La Paz. Si te diriges hacia el lado sur podrás contemplar dos impresionantes símbolos de la influencia religiosa y política de Bolivia: la catedral de Nuestra Señora de La Paz, con su imponente fachada neoclásica y sus bonitas vidrieras y el elegante Palacio Presidencial, custodiado por soldados vestidos con uniformes militares del siglo XIX.
En el lado este de la plaza encontrarás otro edificio histórico, el Palacio Legislativo. Sede del congreso de Bolivia desde principios del siglo XX, este interesante palacio con columnas corintias y una gran cúpula ocupa el lugar de un antiguo convento convertido en universidad.
No te pierdas la oportunidad de visitar el Palacio de los Condes de Arana, del siglo XVIII, que alberga el Museo Nacional de Arte. Podrás admirar las obras de la famosa escultora boliviana Marina Núñez del Prado o la galería dedicada a Melchor Pérez Holguín, uno de los grandes maestros del arte colonial andino.
También puedes sentarte a ver la gente pasar: desde niños que persiguen palomas hasta mujeres aimaras que se reúnen en la plaza para charlar vestidas con sus trajes y sombreros tradicionales. Busca la estatua de Gualberto Villarroel, el antiguo presidente asesinado y colgado de una farola en esta misma plaza en 1946. O la de Pedro Domingo Murillo, que corrió la misma suerte en 1810.
Plaza Murillo es el centro histórico de La Paz, fácilmente accesible a pie o en taxi desde todos los rincones de la ciudad. Los minibuses compartidos paran cerca de la plaza.