La plaza de la Independencia, también conocida como plaza Grande, es el corazón cívico de la capital ecuatoriana. Rodeada de monumentos históricos como la catedral Metropolitana de Quito y los palacios Carondelet, Municipal y del Arzobispo, la plaza es el lugar perfecto para visitar todos los lugares de interés del centro histórico de Quito.
En sus inicios, la plaza era un lugar de reunión y una fuente de agua para la incipiente ciudad. Desde el siglo XVI, los habitantes de la ciudad se reunían aquí para recolectar agua de la fuente y para ver corridas de toros. Hoy en día, la plaza cuenta con un moderno monumento a la Real Audiencia de Quito, que abogó por la independencia de la colonia española por primera vez en 1809.
Recorre los caminos arbolados de la plaza admirando los edificios coloniales y el monumento a la independencia. Contempla los jardines llenos de bonitas flores y fuentes. Hay bancos a la sombra en la plaza, donde a menudo encontrarás estudiantes descansando, lugareños en un momento de relax y vendedores ambulantes que ofrecen souvenirs y aperitivos.
Siéntate en uno de los bancos de piedra y admira la catedral de Quito. Este lugar de culto se construyó a mediados del siglo XVI. Es una de las catedrales más antiguas de Sudamérica, por lo que tiene una larga historia y hay muchas leyendas que giran en torno a ella. Según una de ellas, un borracho ofendió al gallo de la catedral, posado sobre la iglesia, por lo que el ave voló hacia abajo y le dio varios picotazos.
Pasea por las calles que rodean a la plaza y encontrarás restaurantes, cafés y tiendas de artesanía típica de Ecuador. Acércate al centro de información turística del palacio Municipal para conocer más sobre el patrimonio de la zona pregunta por las visitas guiadas históricas.
La plaza de la Independencia está en el centro histórico de Quito. La plaza abre todos los días y la entrada es gratis. Muchos de los edificios coloniales están abiertos al público, en algunos la entrada es de pago. Puedes llegar a la plaza de la Independencia en trolebús o aparcar el coche en las calles cercanas (con parquímetro).