Puedes utilizar el Paseo de la Reforma como punto de referencia para guiarte cuando explores Ciudad de México. A lo largo del extenso tramo que cubre esta amplia y hermosa avenida arbolada se sitúan muchos edificios y monumentos históricos. Con el paso del tiempo, se construyeron modernos edificios a medida que México y su capital crecían internacionalmente como mercados financieros importantes.
La amplia avenida fue un ambicioso proyecto del emperador Maximiliano, quien a principios del siglo XIX buscaba una solución para unir de manera directa el castillo de Chapultepec y el Palacio Nacional. La vía es un recorrido por la historia de la ciudad: árboles, bancos y esculturas patrióticas se instalaron durante los primeros años para acondicionar el camino que conectaba los dos lugares. Asimismo, los distintos estados de México aportaron iconos de sus héroes para decorar la capital. Por este motivo, encontrarás fuentes, estatuas y otros monumentos en casi todas las intersecciones.
A principios del siglo XX, Porfirio Díaz ordenó la construcción de importantes edificios y monumentos con motivo de la celebración del centenario de la independencia de México. Los más emblemáticos son el Ángel de la Independencia, el monumento a Cristóbal Colón, la fuente de la Diana Cazadora y el monumento a Cuauhtémoc, el último emperador azteca.
A finales del siglo XX, el área se convirtió en el centro financiero de Ciudad de México. Recorta el cielo la inmensa Torre Mayor, uno de los edificios más altos y sólidos de América Latina, capaz de soportar fuertes terremotos. La Bolsa Mexicana de Valores es otro de los edificios altos de la ciudad, que podrás visitar gracias a los recorridos guiados que se ofrecen.
El Paseo de la Reforma tiene unos 15 kilómetros de longitud y atraviesa el parque Bosque de Chapultepec, donde podrás visitar museos de diversa índole, el zoológico y aviario, y otros centros de interés cultural. Los domingos, cuando la avenida está cerrada al tránsito de vehículos, puedes caminar, correr o dar una vuelta en bicicleta por toda su extensión. Cuando quieras hacer una pausa tras ver los monumentos históricos más importantes de la ciudad, puedes tomar algo en uno de los animados restaurantes del paseo. No importa por qué tramo camines, encontrarás fragmentos de la historia del país en todo el recorrido. Si necesitas descansar un poco o quieres moverte más rápidamente, puedes coger el metro o un turibús. Ambos transportes cuentan con paradas situadas en los puntos principales de la avenida. Sin duda, los viajes a México no estarían completos sin un paseo por esta artería de la ciudad.