El Obelisco, que se alza imponente en el centro de Buenos Aires, es probablemente el símbolo más reconocible de la ciudad. Este gran pilar de piedra rodeado por luces y anuncios de neón a menudo se compara con la Times Square de Nueva York. La columna en sí se parece al monumento a Washington.
Se construyó en 1936 para celebrar el cuarto centenario de la fundación de la ciudad. Mide 67,5 metros de altura y a menudo se decora en las ocasiones especiales.
Puedes divisar esta enorme estructura desde prácticamente todo el centro de la ciudad, destaca ampliamente entre los edificios que la rodean. Las decoraciones temporales de este monumento ayudan a conocer los acontecimientos actuales. Por ejemplo, en 2005 se cubrió el Obelisco con un preservativo gigante en ocasión del Día Mundial de la Lucha contra el Sida. También se modifica para celebrar aniversarios u otros eventos.
En la base del monumento puedes leer un soneto del poeta Baldomero Fernández Moreno.
También puedes ir a cenar a alguno de los restaurantes exclusivos de la zona. Los bares y discotecas de las inmediaciones, en San Telmo y Puerto Madero, ofrecen diversión para la noche.
El arquitecto modernista Alberto Prebisch diseñó el monumento en 1936, y solo se tardó 31 días en completarlo. Fue el primer lugar de la ciudad donde se ondeó la bandera argentina en 1812. Busca la gran bandera azul y blanca que simboliza los más de doscientos años de independencia del país.
El Obelisco se encuentra en la plaza de la República, en el centro de Buenos Aires, entre la avenida Corrientes y la avenida 9 de Julio. Muchos dicen que esta última es la avenida más ancha del mundo. Ambas calles cuentan con paradas de metro y autobús, por lo que es muy fácil llegar a esta zona. También podrás acercarte en taxi. Al situarse en una ubicación tan céntrica, encontrarás muchos hoteles, restaurantes y bares a poca distancia.