En general el personal es amable, sin embargo tuvimos una experiencia pésima en varios aspectos: limpieza de habitación (hubo cucharas), un solo ascensor, bulla en los pasillos, gritos de clientes insatisfechos, malos olores en áreas comunes, en cuanto al desayuno incluido, no hay espacio suficiente en el comedor para la cantidad de clientes, por último, el baño de la habitación es pequeño e incómodo. Lástima, porque su ubicación a una cuadra del Central Park fue nuestro enganche.