El Museo Jan Becher está dedicado al Becherovka, el famoso licor de hierbas de Karlovy Vary. Esta famosa bebida alcohólica solo se produce en esta localidad, ya que su agua mineral es un ingrediente esencial. Participa en una visita guiada por el museo, situado en las instalaciones donde se fabrica el licor. Conoce el proceso de producción y almacenamiento de la bebida, y prueba algunas muestras.
Aunque la mayoría de las visitas se realizan en checo y ruso, hay por lo menos una en inglés cada día. Al entrar al museo, percibirás de inmediato el aroma característico de este licor agridulce.
Su origen se remonta al año 1805, cuando el boticario Joseph Becher empezó a colaborar con un colega inglés que compartía su interés por las combinaciones de hierbas. En la primera zona de exposiciones, podrás ver los retratos de seis generaciones de la familia Becher y comenzar a descubrir la historia de esta bebida de 200 años de antigüedad. Observa el equipo histórico que se solía utilizar para pesar y mezclar las hierbas.
La visita continúa por los túneles subterráneos de la fábrica. Podrás contemplar las hileras de barriles de roble en los que se añeja la bebida durante varios meses antes del embotellado.
Prueba las muestras de Becherovka para disfrutar de su sabor a canela tan característico. Se dice que la receta es un secreto muy bien guardado que solo conocen dos personas en la actualidad. Una botella de Becherovka es un recuerdo muy popular de la región, y puedes comprar una al visitar la tienda de las instalaciones. Para disfrutar de esta bebida al estilo checo, combínala con agua tónica y unas gotas de limón.
También puedes ver un vídeo informativo al final del recorrido, con un buen resumen de todo el museo.
El Museo Jan Becher está situado en el centro de Karlovy Vary, y puedes llegar fácilmente en transporte público. Abre todos los días, aunque el acceso solo es posible por medio de la visita, para la que hay que pagar entrada. Se aplican descuentos a estudiantes y mayores, y hay pases familiares. Los niños menores de 18 años pueden hacer la visita por el museo, pero no podrán beber el licor.