El Museo del Diamante de Ámsterdam te lleva desde la formación de los diamantes hace 3000 millones de años hasta el proceso de pulido de los diamantes tal como se hace hoy en día.
Durante siglos, Ámsterdam fue un importante centro de producción de diamantes, lo que dio empleo a varias generaciones de pulidores de diamantes mayoritariamente judíos. La antigua "ciudad de los diamantes" perdió su estatus en la Segunda Guerra Mundial, cuando la mayoría de holandeses judíos fueron asesinados por los nazis o abandonaron el país por voluntad propia. El sector del diamante en los Países Bajos no volvió a recuperarse por completo, pero aún sigue activo.
Visita el Museo del Diamante para admirar la pequeña pero impresionante colección de piedras preciosas y joyería, además de las réplicas de diamantes mundialmente famosos. La visita al museo empieza con una corta película en la que se ilustra la formación de los diamantes bajo la tierra. Se trata de una estupenda orientación a la colección de anillos, collares y broches.
Maravíllate en la sección de la Casa de Oranje-Nassau, que alberga réplicas de algunas de las reliquias más importantes de la familia real holandesa. Hay varios vídeos, uno de ellos acerca de robos de diamantes de triste fama. Otra película explica cómo descubrir si un diamante es falso: puedes probar la técnica tú mismo. Descubre cómo la empresa sudafricana De Beers se convirtió en el mayor productor de diamantes en bruto de todo el mundo. En la exposición Amsterdam, City of Diamonds, las señales informativas describen cómo la capital holandesa fue el centro del pulido y el comercio de diamantes durante 400 años.
Admira la enjoyada catana japonesa, una espada creada por una artista holandesa. Utilizó cristal de murano y un diseñador de joyas le colocó 1967 piezas de diamante y 494 rubíes. Una sala de exposiciones temporales acoge artículos relacionados con los diamantes, prestados de otras colecciones de todo el mundo.
El Museo del Diamante ofrece vistas sobre el Museumplein. La parada de tranvía más cercana es Hobbemastraat. También puedes elegir el recorrido en barco por los canales hasta el muelle en Rijksmuseum e ir andando desde allí. Hay aparcamientos en el centro, pero las plazas son limitadas.
El museo está abierto a diario y se debe dedicar alrededor de una hora a la visita.