Entre las paredes del impresionante Musée des Beaux-Arts de Tours podrás contemplar obras de Monet, Rubens y Champaigne, y explorar un laberinto de estancias lujosamente decoradas. Pasarás junto a vetustos muebles y relojes únicos, y podrás disfrutar de la bella colección de esculturas antiguas del museo.
Situado en un impresionante palacio arzobispal del siglo XVIII, el Musée des Beaux-Arts alberga una de las colecciones de arte más valiosas y amplias de Francia. Dedica tiempo a pasear por los frondosos jardines del palacio y a explorar las cercanas ruinas galorromanas.
Ya dentro del palacio, recorre las distintas salas de recepción. Allí se exponen las mejores obras del museo. No te pierdas la exposición de los siglos XIV a XVI, que incluye el Retrato de un hombre, de Moroni, y La resurrección, de Mantegna, que data de 1459.
Desde aquí, llegarás a las salas de los siglos XVII y XVIII, con obras como El buen pastor, de Champaigne. También verás cuadros más famosos de Rubens y Le Sueur. Muy cerca de allí podrás contemplar una de las pinturas más célebres del museo, una representación del río Sena, en el norte de Francia, obra de Claude Monet.
A medida que recorras las salas de exposiciones, fíjate en el bello mobiliario. El origen de algunas de las piezas se remonta al siglo XV. Verás, por ejemplo, un majestuoso archivador del siglo XVIII y un reloj chapado en oro de 1600.
Antes de marcharte, visita la colección de esculturas, que se ha ido completando a lo largo de varios siglos. Verás estatuas grecorromanas y distintos personajes de la realeza francesa, incluido Luis XIV, esculpidos con exquisito detalle.
El Musée des Beaux-Arts está situado a poca distancia en coche del centro de Tours. Hay una amplia zona de aparcamiento. La principal estación de trenes de la ciudad se encuentra a solo dos minutos a pie. La entrada es de pago para adultos y niños, pero el precio es muy económico. La información sobre las obras de arte se indica en inglés. Hay visitas guiadas disponibles.