En el castillo de Villandry podrás pasear junto a setos cuidadosamente recortados y recorrer largas avenidas de tejos y limas. Contempla el majestuoso fuerte que se levanta en el centro y descubre su interior, lleno de soberbias pinturas y de una decoración rica en detalles.
El castillo, que llama la atención por la impresionante blancura de su exterior, lo mandó construir Jean le Breton en el siglo XVI. A mediados del siglo XVIII se realizaron obras de restauración y, en la actualidad, es uno de los castillos más modernos de la zona.
Dirígete hacia las robustas torretas y chapiteles del castillo. Una amplia alfombra de denso follaje te dará la bienvenida. Los jardines se dividen en varias terrazas y cubren un área de más de seis hectáreas. Te recomendamos que empieces por la terraza inferior, que alberga un enorme huerto lleno de repollos y flores. También encontrarás un jardín más sencillo con hierbas medicinales y de uso culinario.
Sigue hasta el parterre bordado, un tipo de jardín francés donde los setos de formas cuadradas y redondas se han recortado para crear líneas perfectas y figuras impresionantes. La zona decorativa se divide en cuatro secciones. Cada una de ellas simboliza un tipo diferente de amor que se expresa a través de rosales de todos los colores. El jardín acuático, muy cerca de allí, es una auténtica delicia de fuentes y esculturas. Por su parte, el jardín soleado combina flores aromáticas de tonos vivos y árboles frutales de todo el mundo.
Pasa unos minutos en el misterioso laberinto de setos antes de dirigirte, por fin, al castillo. Las habitaciones de esta construcción tradicional renacentista presentan un aire decadente gracias al ornamentado mobiliario de época y a los impresionantes tapices que decoran las paredes. Fíjate en los elegantes detalles dorados del techo del salón oriental. Y no te pierdas la galería de bellos óleos españoles y flamencos.
Si encuentras ofertas de viajes a Villandry, incluye esta visita en tu programa. El castillo está a solo 5 minutos a pie en dirección este desde el pueblo. Puedes visitar la construcción y los jardines cualquier día de la semana. La entrada a ambas zonas es de pago, pero el precio es asequible.