La arquitectura neoclásica del Museo Histórico Municipal destaca de manera soberbia junto a los demás edificios importantes de la plaza Mayor de Trinidad. Dedica unos momentos a contemplar esta mansión, conocida como el palacio Cantero, en una visita a pie por la ciudad, y accede al museo si quieres contemplar las riquezas que acumuló el antiguo dueño durante su importante puesto como barón del azúcar.
Los colonialistas levantaron una de las zonas de producción de azúcar más grandes del mundo en el Valle de los Ingenios, al este de Trinidad, para lo cual utilizaron a muchos esclavos. Con sus enormes ganancias, construyeron mansiones majestuosas en Trinidad y las decoraron con los mejores materiales. Contempla la calidad del mármol italiano y el diseño amplio y abierto de la villa.
Visita el interior del museo para examinar objetos que muestran la gran riqueza y la importancia histórica de la región. El doctor Justo Cantero, un comerciante de esclavos y barón del azúcar, importó floreros Sevres franceses y cristal de Baccarat, así como porcelana inglesa y estatuas de mármol italiano. Los muebles, con detalles de madreperla y bordados de encaje fino, complementan el lujoso interior.
Trinidad y el valle de producción de azúcar forman parte de una zona declarada Patrimonio Universal por la Unesco. El museo cuenta con mapas y documentos relacionados con esta esplendorosa época, algunos de los cuales mencionan el comercio de esclavos, un elemento clave para el éxito de la industria azucarera. Observa también la información acerca de las guerras de independencia de Cuba.
Antes de salir, sube una estrecha escalera de caracol hasta la cima de la torre y podrás contemplar los techos de terracota de Trinidad y disfrutar del paisaje del agua azul del Caribe y la frondosa región que una vez estuvo llena de cañas de azúcar.
Para acceder al Museo Histórico Municipal es necesario pagar la entrada. Abre todos los días, excepto los viernes. Se trata de un sitio popular así que, si deseas evitar las multitudes, te recomendamos llegar antes que los autobuses turísticos. Recorre también otros edificios de la plaza Mayor y aprovecha para hacer una excursión al Valle de los Ingenios y ver los molinos de azúcar que dieron lugar a las riquezas con las que se construyeron estas bellas estructuras.