El Monumento al Zar Libertador se eleva imponente frente a la Asamblea Nacional de Bulgaria en memoria de Alejandro II, el emperador ruso que gobernó a finales del siglo XIX. La estructura se compone de una estatua de bronce del zar a caballo y un ornamentado bajorrelieve de bronce que rodea el pedestal de granito negro pulido. Sus abundantes detalles decorativos recuerdan la lucha de este país.
Quizá quieras aprovechar la visita para pasear por la gigantesca calle semicircular en la que se encuentra el monumento. En el centro del arco, se extiende una plaza con el gran pedestal del monumento rodeado de jardines bien cuidados. El diseño de varios niveles de la estructura es de estilo neoclásico y obra del escultor italiano Arnoldo Zocchi, que la terminó en 1903.
La base es un pedestal de granito negro de Vitosha, un macizo montañoso situado a las afueras de Sofía. Si te fijas, verás una serie de bajorrelieves tallados en la piedra que representan escenas como la batalla de Stara Zagora y el Tratado de San Stefano, así como retratos de diversas figuras destacadas del siglo XIX. Justo encima hay un magnífico bajorrelieve en bronce de soldados rusos y búlgaros a los que guía la diosa de la Victoria con una espada en la mano.
Coronando el pedestal, se levanta la estatua del emperador ruso Alejandro II, quien rescató a Bulgaria del dominio otomano durante la guerra Ruso-Turca de 1877-78. El soberano se sienta majestuosamente sobre su caballo y eleva el monumento a una altura de casi 14metros.
El Monumento al Zar Libertador está situado en el corazón del centro histórico de Sofía, justo enfrente del elegante edificio de la Asamblea Nacional de Bulgaria. Puedes visitarlo de forma gratuita a cualquier hora del día. A poca distancia, se encuentra también la catedral de San Alejandro Nevski, la Academia Nacional de Arte, la Galería Nacional de Arte y la iglesia de Santa Sofía. La estación de metro más cercana es la de la Universidad de Sofía St. Kliment Ohridski, a pocos minutos a pie al sureste del monumento.