En el monasterio dominicano encontrarás una valiosa colección de joyas, cuadros del siglo XV y objetos históricos. Es uno de los mayores edificios góticos de la costa este del mar Adriático y, en su día, desempeñó un papel muy importante en el sistema defensivo de la ciudad.
El monasterio se estableció a principios del siglo XIII, aunque su construcción no finalizó hasta más de un siglo después. Como otros muchos edificios históricos de la ciudad, se sometió a un extenso proceso de restauración tras el gran terremoto de 1667.
Verás que la estructura exterior del monasterio es bastante sencilla y carece de elementos decorativos. El comedido diseño de esta estructura se debe a que pasó a formar parte de las imponentes murallas de la ciudad, por su estratégica ubicación junto al puerto.
Sube la majestuosa escalinata que conduce a la puerta sur del monasterio. La argamasa que fija las columnas de la balaustrada no es uniforme debido a que los monjes del monasterio la modificaron de forma bastante descuidada. El objetivo de esta reforma era impedir que los hombres pudieran ver los tobillos de las mujeres mientras subían las escaleras.
Pasea tranquilamente bajo los pórticos del claustro del siglo XV, y rodea un jardín de naranjos y palmeras. Observa el pozo del siglo XIV en el centro del jardín. Durante el asedio de Dubrovnik en 1991, constituyó la única fuente de agua potable disponible para prácticamente la mitad de los habitantes de la ciudad.
Visita el museo del monasterio para contemplar su colección de arte religioso. Esta colección incluye cuadros de artistas de Dubrovnik de los siglos XV y XVI, así como manuscritos ilustrados y algunos de los primeros libros impresos.
Para concluir la visita al monasterio, dirígete a la iglesia. Contempla el gran crucifijo de madera bañado en oro que separa el santuario de la parte principal del edificio. Observa el púlpito decorado con imágenes de la Virgen María y otros santos. Admira el cuadro del siglo XX a pastel del artista croata Vlaho Bukovac, que representa a santo Domingo.
El monasterio dominicano está situado al final de un callejón, entre el palacio de Sponza y la puerta de Ploče. Abre todos los días y el precio de la entrada es muy económico.