Mercado de Romford

La verdad es que mi pareja y yo fuimos con las expectativas muy bajas por los comentarios de google de tal manera que creía que me tenía que buscar otro sitio para dormir sin devolverme el dinero. Pero cuando llegamos al hotel, a parte, de que por fuera esta muy cerca del metro que comunica muchisimas zonas de londres, se veía una zona bastante buena y tranquila. También ahi que reconocer que el hotel es muy antiguo y que el ascensor es viejo, pero divertido. Nosotros estuvimos en la habitacion 23 en la segunda planta y teníamos balcón, había nevera que no la vimos hasta el último día, la ducha y el baño estaba limpio, la moqueta tenía alguna que otra mancha, pero estaba limpia. Alfinal una moqueta con tantos años es normal que llege al punto que ahí manchas que ya no se quitan. Teniamos agua caliente y calefacción, que no nos hizo falta ponerla, porque el hotel ya tenía también la calefacción durante todo el día y cuando llegaba la noche se estaba muy bien. La cama estaba limpia y venían hacer la habitación cada día. El desayuno estaba bien, poca cosa, pero tanto los cruasanes que ponían, el embutido y las magdalenas, estaban riquísimo. El café mejorable, pero también podías variar con zumo de naranja, te o zumo de manzana; también leche con 3 tipos de cereales, 3 tipos de mermeladas, yogures, y variedad de fruta. Nosotros pasamos 4 noches y la verdad que bien. El colchón ya estaba bastante hundido pero tampoco se dormía mal del todo.

Hubo muy buen trato con el personal y con la chica del buffet que además es española!