Melbourne es una ciudad con un pie en el pasado y otro en el futuro. Es la capital del estado de Victoria y popularmente se considera la capital australiana del estilo, un lugar en el que se venera la buena comida, el café, la moda y el arte.Cuando viajes a Melbourne y visites la zona centro, tendrás inmediatamente ante tus ojos esa fusión de lo nuevo y lo antiguo. Pasea por Collins Street, donde verás iglesias de la época victoriana, hoteles de estilo art decó y atrevidas estructuras posmodernas. Cerca de allí está el centro comercial Bourke Street Mall, situado en un bulevar por el que circulan los tranvías a paso lento y que está flanqueado de edificios declarados patrimonio nacional, ahora reconvertidos con gusto en tiendas modernas.El exquisito choque entre pasado y presente continúa en la cercana Federation Square. Allí, modernos edificios de formas geométricas ofrecen un contrapunto futurista a los edificios históricos cercanos de la Estación de Flinders Street y la Catedral de San Pablo, así como a la elegancia intemporal del río Yarra. En la plaza, popularmente conocida como “Fed Square”, puedes visitar el Australian Centre for the Moving Image (ACMI) y aprender sobre la historia del cine y la televisión del país, además de probar lo último en tecnología digital. Cruza el río para descubrir los restaurantes y bares de la zona de Southbank, la Galería Nacional de Victoria y los Jardines Botánicos Reales. Luego, coge el ascensor hasta el mirador Skydeck 88 de la Torre Eureka para disfrutar de vistas de infarto de esta ciudad llena de zonas verdes. Tras explorar el centro de Melbourne, súbete a bordo de uno de sus emblemáticos tranvías y explora su área metropolitana. No lejos del centro se encuentran Carlton, donde hallarás el Museo de Melbourne, y los bares de cafés exprés y restaurantes de la “Pequeña Italia”, en Lygon Street. Mete la toalla y el bañador en la bolsa de playa y dirígete al barrio costero de St. Kilda. Después de un chapuzón en la Bahía de Port Phillip, visita las famosas pastelerías y tiendas de moda retro del barrio antes de encaminarte hacia las luces brillantes y atracciones de Luna Park. Puedes pasar la noche en alguno de los hoteles boutique de St. Kilda y levantarte temprano a la mañana siguiente para dar un paseo al amanecer por la costa hasta las casetas de playa de colores de la Playa de Brighton. Cuando viajes a Melbourne, hazte una foto con las casetas, declaradas patrimonio nacional, y llévate un recuerdo perfecto de una ciudad de elegancia sencilla y ambiente agradable donde las haya.