Aprovecha tu viaje a Chipre para ver el lago salado de Larnaca, una espléndida zona de aguas poco profundas repleta de flamencos rosas. En verano, puedes pasear por el terreno seco del lago, que recuerda a la superficie de la luna. En invierno, la profundidad media del agua es de un metro.
Si encuentras una oferta de viaje a Chipre, visita este lago y el Hala Sultan Tekke, uno de los recintos espirituales más importantes del Islam. Pasea tranquilamente por el sendero que rodea este inmenso lago, con una superficie total de 1.585 hectáreas. Sigue por este espléndido sendero hasta el recinto islámico, que está abierto a personas de todas las religiones. Contempla la mezquita, el mausoleo y el cementerio para hacerte una idea del valor histórico de este lugar. Aquí se encuentra la tumba de la madre adoptiva de Mahoma, quien se cree que murió aquí hace muchos siglos.
Siéntate en una de las mesas de pícnic de la zona para disfrutar de este tranquilo entorno. Asegúrate de llevar suficientes aperitivos y bebidas para la excursión, ya que no hay ninguna tienda en la zona. Si te quedas hasta que anochezca, verás cómo el cielo cambia de color a medida que se pone el sol.
Haz fotos de la mezquita situada al otro lado del resplandeciente terreno blanco del lago, formado por partículas de sal. Puedes sacar fotos desde todos los ángulos para incluir el paisaje de la ciudad de Larnaca o las verdes montañas que se ven en el horizonte. Coge unos prismáticos para intentar avistar las aves de la zona, que incluyen muchas especies de aves acuáticas.
Antiguamente, la sal de este lago era uno de los productos más exportados del país. Descubre la leyenda de la maldición que lanzó san Lázaro sobre una anciana que se negó a darle agua y que provocó la salinidad del lago.
El lago salado de Larnaca está situado cerca del Aeropuerto Internacional de Larnaca, unos 6,4 kilómetros al sur de la ciudad. Si alquilas un coche o coges un taxi, tardarás diez minutos en llegar al lago desde el centro de Larnaca.