Una isla fluvial perfecta para escaparte a una excursión de un día, para respirar lejos del ajetreo de Bangkok y conocer a los descendientes de quienes dominaron la antigua Tailandia durante siglos. Esta rústica aldea te brinda la oportunidad de admirar su cultura, contemplar la artesanía de la arcilla, disfrutar de una comida tradicional y visitar los antiguos templos.
Ko Kret está a unos 20kilómetros al norte del centro de Bangkok. Se convirtió en isla en 1722, cuando se excavó un canal como trayecto alternativo para salvar un meandro del río Chao Phraya.
Se trata de una zona rural, el refugio de la etnia mon. Originarios del sudoeste de China, los mon fueron uno de los primeros pueblos que se asentaron en la región que hoy conocemos como Tailandia. En el sigloV se convirtieron al budismo y tienen fama de ser muy supersticiosos. La etnia cuenta con varios cientos de miles de miembros, pero aunque tienen su propia lengua, muchos de los mon actuales no saben hablarla. Los mon son famosos por sus productos de alfarería, que elaboran con terracota sin vitrificar, decorada con diseños grabados sobre la superficie.
Para rodear la isla a pie son necesarias unas dos horas, pero también puedes alquilar una bici o subirte a una moto o un taxi acuático. El templo más importante de Ko Kret es el de Wat Poramaiyikawt, que tiene un pequeño museo. No te pierdas el enorme Buda reclinado de Phra Wiharn.
Cuando apriete el hambre, prueba la auténtica gastronomía mon en los puestos callejeros. Muchos platos se sirven sobre hojas de banano o en cazuelas tradicionales de barro. Si te apetece un dulce, adéntrate en el "Callejón de los Postres". Para contemplar y admirar los mejores ejemplos de la alfarería tradicional mon, visita el Museo de Alfarería Kwan Aman. La isla está plagada de puestos callejeros, que ofrecen incensarios y pequeñas linternas, entre otros muchos objetos.
La manera más sencilla de llegar a la isla de Ko Kret (totalmente libre de coches) es contratar una excursión de un día con un crucero por el río que incluya paradas aquí y en otros puntos a lo largo del curso fluvial. El ferry público ofrece un servicio rápido los domingos por la mañana, a primera hora. Para evitar las aglomeraciones, es mejor ir en transporte público y quedarse allí a dormir.