Para llegar a la iglesia de San Ignacio, debes subir una amplia escalinata de estilo barroco, cuyo diseño está inspirado en el de la plaza de España, en Roma. La iglesia forma parte de un conjunto de edificios barrocos y está situada junto a un colegio jesuita. Tras la impresionante fachada de este famoso lugar de culto se esconde una colección de frescos que representan la vida de san Ignacio de Loyola, el fundador de la orden religiosa de los jesuitas.
Puedes empezar tu visita admirando la fachada de esta iglesia del siglo XVIII. Verás algunos nichos vacíos, como si faltaran las estatuas correspondientes. En principio no deberían estar vacíos, pero el barco que transportaba algunas de las esculturas que iban a decorar la iglesia se perdió en el mar y estas obras nunca se reemplazaron.
Adéntrate en el edificio y admira la colección de frescos que rodean el altar principal, obra todos ellos del artista siciliano Gaetano García. Uno de los episodios más importantes que se pueden ver en estos frescos es el de san Ignacio sosteniendo el reglamento de los jesuitas y enviando al primer misionero jesuita a explorar mundo. Si miras hacia arriba, verás un colorido fresco que decora la bóveda de horno. En la parte trasera de la iglesia, encontrarás un cuadro que representa la muerte del primer misionero jesuita, Francisco Javier.
No te pierdas la réplica de la gruta de Lourdes. Se dice que, en el santuario original de Lourdes, en Francia, fue donde la Virgen María se le apareció a una joven campesina llamada Bernadette. En ocasiones se puede escuchar el repicar de la campana de la iglesia, que se forjó a mediados del siglo XIV y, supuestamente, es la más antigua de la ciudad.
Una buena época para visitar la iglesia de San Ignacio es entre julio y agosto, cuando se celebra el Festival de Verano de Dubrovnik. Esta celebración de las artes invade toda la ciudad y se pueden ver espectáculos al aire libre, tanto en la escalinata como en la plaza donde se encuentra la iglesia.
La iglesia abre todos los días y la entrada es gratuita. La escalinata comunica la plaza de Gundulić con la plaza de Bošković, y está muy cerca del casco antiguo.