Disfruta de una visita con audioguía a la iglesia de la Santísima Trinidad, una hermosa basílica del sigloXIII obra de una congregación de frailes dominicos. Contempla las obras de arte que adornan sus paredes, algunas de más de un siglo de antigüedad y, después, visita el monasterio adyacente.
Esta iglesia de la orden dominica está situada a lo largo de una calle de tiendas y agradables cafeterías, y manifiesta un marcado contraste con la arquitectura que la rodea. Se ha reconstruido varias veces a lo largo de los siglos. Gran parte del edificio quedó destruido tras el feroz incendio que azotó la ciudad en julio de 1850. El estilo neogótico que vemos hoy en día tiene su origen en los trabajos de restauración que se realizaron después de aquel infierno.
Una vez dentro, busca las reliquias que aún se conservan de la estructura original. Entre ellas destaca un epitafio de piedra de Leszek II el Negro, un príncipe polaco del sigloXIII. Seguidamente, dirígete al altar principal y contempla la pintura de la Virgen con el Niño situada detrás. En torno al altar verás una rica colección de estatuas de figuras religiosas y más pinturas de Jesús.
Recorre también las capillas, pues consiguieron sobrevivir al fuego. En la del Rosario verás la obra La dama del rosario que, según los devotos, tiene poderes curativos. Dentro de la capilla de San Jacinto, se encuentra el sarcófago que contiene las reliquias del santo.
El monasterio que se ubica junto a la iglesia también merece una visita. Pasea por el claustro gótico del sigloXIV y observa los epitafios de piedra grabados en las paredes. Muchos datan de los siglosXVI y XVII. Si tienes ganas de más, acércate a la tesorería del monasterio para ver la escultura de alabastro de Nuestra Señora con el Niño que, según se cree, perteneció a san Jacinto.
La iglesia de la Santísima Trinidad se encuentra en la plaza Dominikański, al sur de la plaza del Mercado, en el centro de Cracovia. La iglesia abre todos los días y la entrada es gratuita. Los domingos permanece cerrada para los turistas, a menos que se para acudir a los oficios.