Organiza tu viaje a Río de Janeiro con tiempo para encontrar ofertas interesantes. Una vez allí, no dejes de visitar la playa de Copacabana, una de las más famosas del mundo. Tiene 4 kilómetros de longitud y su costa está jalonada de brillantes hoteles y colinas cubiertas de área forestal. Esta zona presenta una de las densidades de población más altas de Brasil, por lo que la playa siempre está llena de gente. Sin embargo, eso es parte de su encanto. Sumérgete en las frías aguas del Atlántico junto a miles de turistas, participa en un partido de fútbol en la arena o bien relájate en una tumbona, pide un refrigerio a uno de los vendedores de la playa y, simplemente, contempla el desfile de gente.
Puedes empezar recorriendo toda la playa de Copacabana. Un amplio paseo la bordea de punta a punta. Camina, corre o monta en bici mientras disfrutas de todo lo que ofrece a la vista. Hacia la mitad del paseo, verás el Belmond Copacabana Palace, un hotel de cinco estrellas de estilo art déco construido en 1923.
La playa de Copacabana es un enjambre de actividad constante, ya que muchos de los habitantes de Río de Janeiro van allí a practicar deporte. Podrás verlos jugar un partido de fútbol, el deporte más popular de Brasil, o participar en un partido de voleibol playa. Además, también encontrarás distintas zonas de levantamiento de pesas, a donde van los lugareños a broncearse y a presumir de músculos. Si prefieres descansar, puedes alquilar tumbonas y sombrillas en toda la playa.
En el extremo suroeste de Copacabana se encuentra el Fuerte de Copacabana, que ocupa un saliente rocoso. Este fuerte se completó en 1914 y dejó de ser fortificación defensiva en 1987. Ahora alberga el Museo Histórico de la Armada y expone cañones y demás maquinaria militar. El museo abre de martes a domingo y hay que pagar entrada.
El mejor momento para visitar la playa de Copacabana es en Nochevieja: más de 2 millones de personas acuden cada año para ver el espectáculo de fuegos artificiales, famoso en todo el mundo. Únete al caos en la arena o reserva una habitación en uno de los hoteles en primera línea si quieres disfrutar de unas vistas privilegiadas.
Para llegar a la playa de Copacabana puedes coger el metro o el autobús desde el centro de la ciudad. El transporte público es la mejor opción para ir a la playa, ya que el aparcamiento suele ser escaso en la zona.
