Las ruinas del convento de San Francisco constituyen un punto de referencia histórico que data del siglo XVII. Aunque, en la actualidad, el faro de Colonia del Sacramento se erige sobre las ruinas, muchos de los antiguos muros, puertas y caminos del convento aún pueden visitarse. Busca este elemento icónico de la ciudad, que se ha convertido en una de las principales atracciones del centro histórico. El convento se quemó a principios del siglo XVIII y las ruinas han permanecido intactas todos estos años.
Admira los antiguos muros de piedra del convento, que aún siguen en pie tras varios siglos. Son especialmente gruesos, ya que llegan a medir un metro de ancho. El aspecto ancestral de la estructura contrasta marcadamente con el faro blanco y luminoso que emerge de entre los muros.
Fotografía los antiguos cimientos de la estructura y el faro, que se ha instalado donde en otros tiempos se levantaban partes del convento. Sube al faro para disfrutar de una vista cenital de las ruinas desde la parte superior.
Descubre la conflictiva historia de la ciudad, que cambió de gobernantes en varias ocasiones entre distintos colonos ibéricos. En los alrededores se encuentran el Museo Español y el Museo Portugués, donde podrás obtener información sobre la historia de estas dos potencias coloniales.
Los colonos europeos construyeron el convento de San Francisco a finales del siglo XVII. A lo largo de los años, la estructura ha sufrido daños importantes debidos a incendios y a otros infortunios, y hoy en día solo quedan las ruinas que puedes ver. En 1704, tan solo una o dos décadas después de su construcción, se produjo un incendio especialmente dañino.
Las ruinas del convento de San Francisco se encuentran en el extremo suroeste de Colonia del Sacramento. El faro de la ciudad se alza prácticamente en este mismo lugar del centro histórico. En los alrededores hay otras atracciones, como la plaza Mayor, la Casa Nacarello y el Museo Portugués. Si viajas en ferry con una oferta desde Buenos Aires, Argentina, deberás caminar algo más de un kilómetro y medio hacia el oeste desde el puerto. La parada de autobús principal también está muy cerca de las ruinas.