La laguna Céjar es un oasis de agua en medio de un desierto salino. Numerosos turistas se acercan atraídos por esta maravilla, conocida como la laguna flotante, para leer un libro mientras flotan sobre el agua. Esta impresionante masa de agua forma parte de una pintoresca región, con los Andes de fondo, tras una extensión de salinas que parece casi infinita.
Disfruta de la sensación inexplicable, única en el mundo de la naturaleza, de flotar sin ningún tipo de esfuerzo. Podrás hacerte fotos en las poses más divertidas mientras flotas en el agua salada. Nadar en el corazón de uno de los desiertos más secos de todo el mundo es una experiencia única. Prepárate para la temperatura fresca del agua, a una altitud de 2600 metros sobre el nivel del mar.
Admira el bonito color del agua turquesa junto a las salinas blancas. Los tonos rosas y negros de los flamencos y las demás aves que viven junto a la laguna añaden colorido al paisaje.
Las salinas, completamente llanas, parecen extenderse hasta el infinito hacia algunas direcciones, convirtiéndose en el marco ideal para jugar a hacer fotografías trucadas, gracias a la falta de objetos que proporcionen perspectiva. En este paisaje, los impresionantes atardeceres parecen no acabar nunca.
Debido a la alta concentración de sal y litio del agua, al bañarte flotas, como en el mar Muerto. Hay duchas junto a la laguna para aclararse la sal después del baño.
Al volver de la laguna, puedes pasar por los Ojos del Salar, compuesto por dos lagunas de agua dulce y la laguna Tebenquiche.
Las excursiones a la laguna suelen empezar por la tarde y duran unas cuatro horas, incluido el viaje y el tiempo de baño. Se paga el precio de la excursión, así como la entrada a las lagunas.
La laguna Céjar se encuentra a 19 kilómetros al sur de San Pedro de Atacama. Desde el centro de la ciudad se tardan unos 45 minutos en llegar a la laguna en autobús turístico o en taxi.