Si te gusta el turismo cultural, no dudes en hacerle un hueco a la catedral nacional de Washington cuando selecciones ofertas para organizar tu viaje a esta ciudad. En esta catedral, una de las más grandes del mundo, destaca su esplendor gótico. La fachada exterior está adornada con gárgolas, buitres en pleno vuelo y otras esculturas sorprendentes. El interior está lleno de mosaicos, vidrieras policromadas y esculturas fúnebres.
A este templo también se le conoce como la catedral de San Pedro y San Pablo. Recibe a feligreses de todas las religiones y también a visitantes laicos. Este edificio ha sido testigo de funerales presidenciales y a menudo se usa para velatorios o celebraciones.
La catedral se completó en 1990, tras 83 años de construcción. Busca los rincones más contemporáneos de este templo, como una estatua de Darth Vader, el personaje de La guerra de las galaxias, en la torre del oeste. Esta figura se eligió como símbolo moderno del mal.
Explora el arte, la arquitectura y el entorno de la catedral a tu ritmo o participa en una visita guiada. Durante el recorrido, fíjate en la belleza de las más de 200 vidrieras policromadas. Acércate a la fachada oeste para contemplar la Vidriera Espacial, que contiene un fragmento de piedra lunar. Esta muestra geológica proviene de la primera misión humana a la luna.
Examina los ventanales ornamentados de la capilla de Santa María. Muestran escenas de la vida de la Virgen María. En la cripta, visita la capilla de Belén y observa los símbolos que describen el nacimiento de Jesús. Los lunes y miércoles se celebran recitales de órgano. Antes de cada recital se realiza una charla breve sobre el instrumento y sus 10.647 tubos. Los domingos se celebran recitales más largos.
También puedes recorrer el entorno de la catedral, de 23 hectáreas, que incluye el Jardín del Obispo. Este parterre de flores se diseñó siguiendo el modelo de un jardín cercado medieval. Disfruta de las preciosas vistas del lado sur de la catedral desde aquí.
La catedral nacional de Washington está situada a cinco kilómetros del centro de Washington, y puedes llegar fácilmente en autobús y metro. Hay zona de aparcamiento de pago junto a la catedral. Los domingos, la entrada es gratuita para asistir a los servicios religiosos y los recitales de órgano. La catedral abre todos los días. Hay que pagar entrada, tanto para las visitas libres como para las guiadas.