Ven a visitar esta famosa iglesia católica y admira una muestra perfectamente conservada de la arquitectura gótica, además de los interesantes restos románicos que se encontraron bajo el edificio.
La catedral de San Miguel es un importante monumento histórico de Bruselas. La catedral, tal y como la conocemos hoy en día, se construyó principalmente en estilo gótico del siglo XIII. Sin embargo, durante las obras de renovación que se llevaron a cabo en la década de 1980, se descubrieron las ruinas perfectamente conservadas de una iglesia románica del siglo XII, sobre la cual se había edificado la iglesia gótica actual.
Desde las obras de restauración que llevaron al hallazgo de una cripta románica bajo sus cimientos, la catedral se ha convertido en uno de los monumentos religiosos más visitados de Bruselas.
Puedes acercarte a la catedral desde la Grand Place para contemplar su preciosa fachada exterior. Antes de llegar a la catedral deberás atravesar un pequeño jardín, sobre el que se cierne la sombra de las dos catedrales gemelas de la catedral, de 64 metros de altura. Este jardín es ideal para descansar y sacar una buena foto de la zona. Los domingos podrás sentarte en un banco a escuchar el redoble de las 49 campanas.
El interior de la catedral de San Miguel es sorprendentemente austero para una iglesia gótica, pero su sencilla decoración traslada la atención a los elaborados arcos de la bóveda. El púlpito barroco es uno de los elementos más destacables de la catedral y, junto con el órgano situado detrás, se considera uno de los más espectaculares de todo el país.
Baja las escaleras que salen desde el coro para visitar las ruinas románicas bajo la catedral. Es posible explorar los restos de la iglesia y su cripta todos los días, pagando un pequeño suplemento.
La catedral de San Miguel se encuentra a pocos pasos del centro de Bruselas y es fácil llegar a pie. La estación de transporte público más cercana es la Gare Centrale, a solo una manzana de la catedral. Durante tu viaje a Bruselas no puede faltar una visita a la catedral de San Miguel, que abre todos los días con entrada gratuita.